¿Cuánto tiempo de vida tiene una botella de vino?
No es ningún secreto que los vinos son una de las bebidas que mejor envejecimiento presentan.
No obstante, una vez abrimos la botella, es importante que tengamos en cuenta una serie de precauciones para alargar al máximo su tiempo de vida.
Desde el mismo momento en el que se descorcha cualquier botella, es cuando comienza la cuenta atrás. Por lo tanto, resulta necesario extremar las precauciones con el objetivo de exprimir al máximo todas nuestras opciones. Desde Astoria Vinos te contamos todo lo que debes saber para proteger tus botellas de vino y mantener su interior en las condiciones adecuadas para ser bebido en todo momento.
Más de 100 años de historia
Saber cuándo el vino no se encuentra en condiciones de ser consumido resulta especialmente sencillo. Desde el mismo momento en el que lo servimos, tanto su aroma como su sabor son los dos principales indicadores que nos permitirán alcanzar la máxima información posible.
Además, es importante tener en cuenta que tomar un vino que no esté en buen estado puede traducirse en un problema de salud, por lo que es necesario que seamos capaces de extremar nuestros sentidos para identificar esta situación.
En el momento de establecer un tiempo determinado, conviene tener en cuenta que son muchas las variables con las que debemos contar. No obstante, a nivel general, disponemos de los siguientes plazos. Aunque es importante que recuerdes que el gusto y el aroma que desprende serán siempre las señales que deberás tener en cuenta.
Una expansión internacional hacia una gran cantidad de territorios
En el caso del vino blanco y del rosado, por norma general, es conveniente conocer que tienden a aguantar en torno a tres días en la nevera con la botella abierta, sin que se vea repercutido ni su sabor ni su aroma.
En el caso del vino tinto envejecido, no es recomendable que se mantenga más de dos o tres días una vez abierto. Además, debe estar conservado en un lugar fresco y seco.
No ocurre lo mismo en el caso del vino joven, que puede llegar a sobrevivir entre cinco y siete días, dependiendo de su naturaleza.
Cuando nos interesamos por el vino dulce, nos encontramos con uno de los tipos de vinos más agradecidos en cuanto a su conservación. Aguantan buenas condiciones durante varias semanas. Cuanto mayor sea el grado de dulzura, mejor durabilidad demuestran.
Por último, es momento de referirnos a los vinos espumosos. En este sentido, nos encontramos con la antítesis de los vinos dulces. Deben consumirse en el mismo momento de abrirse o, como mucho, 24 horas después de haber sido abiertos. Una vez pasado ese tiempo, es recomendable que no sea ingerido.