Vino tinto, rosado o blanco ¿cuáles son sus diferencias?
Seguro que todos coincidimos en que lo más importante es disfrutarlo pero en ocasiones seleccionar el mejor vino puede convertirse en una decisión complicada.
Lo primero que pensamos cuando hablamos de las diferencias entre el vino tinto, rosado y blanco es el color de la uva.
Sin embargo la diferenciación no solo se encuentra en el tipo de uva sino también en el proceso de fermentación, y por supuesto en su sabor. No te pierdas todas las claves que te damos a continuación para que aciertes siempre en tu elección.
VINO TINTO
Se elabora a partir de uvas tintas, sometiéndolas a un proceso que permite transmitir al mosto el colorante de los hollejos de las uvas. Su tonalidad, del rojo claro al negro, depende de la variedad de uva, la elaboración o la edad.
Es el vino con mayores propiedades nutritivas y posee antioxidantes que ayudan a prevenir enfermedades, además contiene menos cantidad de azúcar que los otros.
Los vinos tintos son de fácil maridaje con quesos, carne roja, legumbres o mariscos y suelen consumirse a temperaturas altas, entre 11 y 18ºC.
VINO ROSADO
Destaca por su color anaranjado o rosa. Su paladar es suave, más ligero que los tintos, y el aroma afrutado y floral. Se elabora a partir de uvas tintas o una mezcla entre tintas y blancas, se fermenta sin hollejos aunque antes de la fermentación permanecen con el mosto para que adquieran color.
Son una buena elección para acompañar aperitivos de anchoas, mariscos, vegetales, pastas y carnes ligeras. Es ideal consumirlos entre 9 y 12ºC.
VINO BLANCO
Los vinos blancos se elaboran a partir de uva blanca, de ahí su tono prácticamente incoloro o amarillento. Aunque también pueden elaborarse con uvas tintas retirando el hollejo antes de la fermentación del mosto.
Son vinos frescos, afrutados y aromáticos.
Maridan bien con pescados, sopas o quesos. Lo ideal es beberlo a una temperatura de entre 7 y 9ºC.