¿Qué copa es mejor para cada vino?
Aunque suela ser una de las grandes olvidadas, la realidad es que la elección de la copa de vino actúa como un elemento determinante en el momento de asegurar su máximo disfrute.
Hasta los recientemente iniciados en este disciplina se percatan de la amplia variedad de opciones que podemos encontrar en el mercado a la hora de alcanzar la mejor copa de acuerdo a las características de cada tipo de vino.
No obstante, escoger entre la amplia variedad existente puede convertirse en un verdadero desafío. Más aún si no tenemos la información precisa en torno a cuáles son las mejores opciones de acuerdo a cada tipología.
¿Cuáles son las principales copas de acuerdo a cada tipo de vino?
Cada forma y tipología de la copa puede potenciar las diferentes características de los diferentes tipos de vino. Por esta razón, es importante escoger aquellas opciones que pueden hacernos disfrutar al máximo de los mejores sabores que existen en el mercado.
Por norma general, únicamente es necesario escoger entre las tres o cuatro copas de vino que podemos encontrar en el mundo para alcanzar la mejor opción.
El vino tinto
En el caso de los vinos tintos los principales tipos de copas que se utilizan son las de tipo Borgoña y las de tipo Burdeos. En ambos casos nos encontramos con un tipo de copa grande que, con sus bases redondas, permiten que el vino gire correctamente en su interior.
Es una copa que está especialmente diseñada para facilitar la evolución y la concentración de aromas.
El vino blanco
La copa de vino blanco es muy similar a las clásicas copas de burdeos. No obstante, presentan un tamaño algo menor en su cuerpo, además de contar con un tallo algo más prolongado.
La boca de la copa suele ser más abierta, presentando un mayor dulzor. Su tamaño evita que su oxigenación sea excesiva, ayudando a conservar la temperatura.
Este tipo de copas están especialmente pensadas para evitar una oxigenación excesiva.
Los vinos espumosos
Los vinos espumosos se sirven, en la mayoría de las situaciones, en copas de vino de tipo flauta. Es decir, en copas alargadas, estilizadas y estrechas. Como consecuencia de que tienden a servirse fríos, la forma de la copa ayuda a mantener la temperatura.
El cristal que encontramos en este tipo de copas es de mayor grosor que en el del resto de opciones. Además, también son válidas para servir cavas, champanes y todo tipo de vinos espumosos.
¿Qué ocurre con los vinos especiales?
Los vinos especiales ocupan una categoría a la que conviene prestar atención. Al contrario de lo que ocurría con los tres tipos de vinos mencionados anteriormente, en este caso no es tan sencillo identificar cuál es la mejor copa, puesto que dependerá del tipo de vino.
No obstante, por norma general, son válidas las copas de jerez. Éstas tienen un aspecto muy similar al de las copas para vinos espumosos, pero con un menor tamaño y un tallo algo más corto. Además, las copas de Oporto, más anchas y con la boca cerrada, ocupan un papel especialmente destacado en este tipo de escenarios.
Compra un juego de cada una de estas copas, ¡y comienza a disfrutar del vino tanto como se merece!